(Escrito publicado en el "INFORMATIVO MUNICIPAL" de la Villa de Medellín, nº 13, de Junio de 2003)
HUELLAS PERDIDAS DEL MEDELLÍN RECIENTE "Una mirada al pretérito escrutando la geografía local desaparecida pero guardada en la memoria, me llena de nostalgia recordar lugares que hace 57 años fueron escenarios de los juegos de nuestra infancia en el Medellín de la postguerra. Este recuerdo que voy a hacer descriptivo tiene por finalidad transmitir a las nuevas generaciones de metellinenses, que no conocieron aquel Medellín, cómo era nuestro pueblo medio siglo atrás, y además escribo estas líneas sobre este tema con la intención de que este artículo sirva de testimonio de huellas desaparecidas de este vetusto pueblo que tiene una Historia que se adentra en los tiempos de la Prehistoria, siglo VIII antes de Cristo, constatada esta antigüedad por técnicos en la materia y por la ciencia. Consecuentemente con esta antigüedad histórica, necesariamente al referirme a huellas del Medellín de mi infancia, aunque haya transcurrido ha más de medio siglo, tengo que decir: "Huellas del Medellín Reciente". Un Medellín ya lejano para los jóvenes, pero un Medellín reciente si tenemos en cuenta que hace casi 3000 años, los técnicos y la ciencia han certificado que ha había, en esos lejanos tiempos, una colonia indígena en el Cerro del Castillo. El Medellín del que yo recuerdo imágenes de mi infancia se remonta al año 1.946. En este año y en los inmediatamente siguientes, el casco urbano de Medellín terminaba hacia el Sur en la nueva carretera -hoy espléndida calle- que conduce a Don Benito (Avenida del Guadiana). Esta carretera era campo de tierra sin empedrar ni asfaltar. Todo en esta zona del pueblo era eso: campo. A la derecha de este campo, según caminamos hacia Don Benito, lo que se llamaba entonces las traseras de la calle principal, sólo existía la Estación y el Paseo del Campo del que era guarda tío Félix Crucera. No existían las actuales escuelas ni el Cuartel de la Guardia Civil. Todo el espacio ocupado por el actual Barrio Nuevo era terreno dedicado a las eras, donde se acarreaban con carros tirados por mulas los cereales. Se amontonaban en haces y se hacía con ellos la parva que era trillada para extraer de sus espigas el trigo, la cebada y la avena. Operación agrícola que duraba desde finales de Mayo hasta mediados de Septiembre, hasta la fiesta del Cristo, que se recogía la paja. Durante todo ese tiempo las eras estaban vigiladas por tío José Herrera (el padre de Pedro Herrera) que hacía este trabajo gratuitamente. Todo el cultivo del término de Medellín era de secano. No existía el regadío a excepción de dos o tres huertas que se regaban con agua del pozo extraída con norias movidas por la fuerza de animales. En el lugar que ocupa hoy el Centro Cultural en construcción había una casa derruida en la que jugábamos los muchachos del pueblo al escondite y se que se llamaba la casa de los Canteros. Y en el lugar que ocupa el primer módulo de las actuales escuelas había un enorme cerro y entre este cerro y la carretera de la Estación, delante justo de la actual parada del autobús, ser erguía un gran eucalipto que al atardecer se llenaba de gorriones que los niños de mi época inquietábamos con el tirachinas (tirador). A unos diez metros del eucalipto, en donde está el letrero que indica a la estación, aproximadamente en la terminación del paso de cebra, se encontraba una enorme alcantarilla, que se prolongaba a cielo abierto con una zanja hasta la parte sur del campo de fútbol, desembocando en el Hoyanco (un gran hoyo de 50 metros de largo por 25 de ancho y 5 de profundidad). Hoy está ocupado por la fábrica de tomates. Pasada la guardería y a comienzos de la calle Colón había otro gran eucalipto que también servía de nido de pájaros y de lugar de entretenimiento a los niños del pueblo. Y por fin se llegaba andando por este campo o traseras de la calle principal a la única fila de casas (cinco casas) del Barrio Chavito que aproximadamente estaba ubicada a la altura de la calle Francisco Pizarro. Por la parte Norte de Medellín las modificaciones urbanísticas registradas a lo largo de estos años han sido menores. Toda la fila de casas de la calle donde se ubica actualmente Correos es de nueva construcción. La parte superior de la Plaza de Hernán Cortés y la calle Ponce de León siguen igual que antes. En la calle de las Madres o del convento (hoy calle Otumba) se ha modificado la acera de la izquierda según caminamos hacia Don Benito. En esta acera sólo había dos o tres casas en estado ruinoso. En esta misma acera y al comienzo de la calle de las Madres existían un gran molino de aceite y enfrente a este molino, en la otra acera, estaba el convento de las Agustinas recoletos del que sólo se conserva la Iglesia con su extraordinaria portada de clásico estilo gótico, franqueada por el escudo del obispo de Plasencia. Los pisos nuevos que hay en el lugar se construyeron sobre el terreno del mencionado convento que disponía de un gran huerto. En dicho convento es muy probable recibiera enseñanza Hernán Cortés del Trivium y Cuadrivium (Bachiller Medieval y actual ESO) antes de marchar a Salamanca a estudiar Leyes. (1) En los dos extremos del pueblo había dos bares. En el actual Bar-Restaurante La Cabaña estaba la taberna de la Vicenta y en la casa del alcalde actual (al lado del Hostal Río) había otra taberna que era de Justo Cabezas. Luego contábamos en el pueblo también con la taberna de Paco Cerrato, enfrente de SPAR, el bar de la esquina con puerta de madera y cristales giratoria, actual Yuma-II y el bar del Cordobés (actual casa de Don Clemente), que era de José Pulido Torres, (abuelo de Manoli Gómez Pulido) A primera hora de la noche la gente paseaba por la carretera, en el trayecto entre el bar de Palomares y la casa de Luisa la panadera. Era el único paseo, una carretera sin asfaltar, polvorienta y llena de baches. Los domingos solía haber baile en los salones de la Popó (actual comercio de CECI) y en el salón de la Manuela, (encima del Yuma-II). Los niños no teníamos otro atractivo en los días festivos que la cesta de altramuces y pipas de la Martina y la cesta de "señá" Isabel que te daban por una perra gorda (diez céntimos de peseta) un vaso de altramuces o una bolsa de pipas. Este Medellín que trato de describiros tenía las calles empedradas y carecía de agua corriente por lo que las amas de casa tenían que ir con cántaros a los pózos públicos que existían para recoger agua para el consumo doméstico y para beber. El agua para beber se cogía del Pozo Nuevo o del Pozo de los Borrachos, así llamado porque en el reinado de Carlos III(2) todos los borrachos del pueblo sorprendidos por la autoridad en estado de embriaguez eran castigados a excavar en dicho pozo. Había otros pozos ya desaparecidos y que no eran tan utilizados por el pueblo como los citados anteriormente. Enfrente del bar de los Faroles, y a dos metros de su puerta, existió un pozo de brocal de piedra de granito en el que la riada de 1947 los pescadores del pueblo amarraban las barcas, ya que le río creció tanto que el agua entró por la carretera Este de Don Benito. El pozo Ancho que está situado en medio de un viñedo al final de la calle Francisco Pizarro (hoy terrenos del Peralá). El pozo Angosto de origen romano y a unos metros del anterior(3). Había también un pozo en el Paseo de Hernán Cortés, aproximadamente en el lugar en donde hoy está el despacho de la auxiliar administrativo del Ayuntamiento. Otro pozo estaba situado enfrente de la casa de Pacheco, al comienzo de la calle de Pescadores, hoy calle García Holguín, que tenía el brocal de verjas de hierro y que todos los años los Quintos quitaban de su sitio, dejando la boca del pozo sin la protección del brocal. En el lugar que ocupa la estatua de la Plaza de España había también otro pozo y finalmente en el Paseo del Campo o paseo público Hernán Cortés había un pozo de origen romano que en su profundidad tenía un arco de ladrillos, lo que le confería una singularidad (hoy semitapado por los urinarios).(4) En Medellín había dos médicos (Don Miguel Nieto y don Paco Gálvez) y un practicante Don Antonio Cantero, padre de Capirulo y una farmacia situada en la casa de Luisa la panadera, enfrente del Cuartel de la Guardia Civil de entonces. En aquellos años Medellín guardaba las huellas indelebles de la Guerra Civil: la casa de Antonio Becerra, Isidro Palomares y Lumi Liviano (calle Méjico) estaban totalmente derruidas por los bombardeos. "Las Casas Rundías" como las llamábamos los niños y en donde jugábamos a los terronazos. Estaban igualmente derruidas las casas de las dos esquinas de la Calle San Martín con la calle General Margallo (calle de Juan Antonio el Zapatero). Todo el bloque de las actuales casas de maestros situado entre las calles Olid, Colombia y Plaza de España, se hallaba casi totalmente derruido por las bombas, solo se conservaba en pie el Cuartel de la Guardia Civil que ocupaba el espacio de la actual casa de Susana Cortés (Calle Colombia), también se mantenía en pie la escuela enfrente al Tiffani y las escuelas que ocupaban el terreno de las actuales viviendas de Alberta Bohórquez, Ángel Barragán y el Centro de Salud(5). El Ayuntamiento que estaba a continuación, ocupando la actual casa de Doña Lucre, estaba totalmente destruido y por este motivo el Ayuntamiento se instaló provisionalmente en casa de Antonio Casallo (casa por encima del Pub Pereira). A la entrada del puente medieval (6) había dos enormes bolas de granito sobre sendos pedestales también de granito. Una de esas bolas se encuentra hoy en el Paseo del Campo. No existían los puentecillos y al puente subían los escasos vehiculos que venían de Santa Amalia por una rampa de madera apoyada sobre un poste rectangular de mampostería que aún se conserva en su sitio. Cuando subía por dicha rampa la estallesa que diariamente hacía el recorrido Miajadas-Villanueva de la Serena, las maderas crujían como si se fueran a romper por el peso de la misma cargada de viajeros. Guardo como imagen triste de los años anteriores al 46, la existencia de tres bunker (construcciones de hormigón de 2 * 2 metros) que los niños de aquella época decíamos: "Vamos a jugar a la guerra en los nidos de ametralladoras". Uno de esos bunker estaba a la entrada derecha del puente, otro en la parte inferior del Paredón de tierra del Castillo y el tercero estaba enfrente da la puerta falsa de Manolo el Carbonero, (próximo al transformador de la Feria). Y un recuerdo más de esa época son las trincheras que recorrían a media falda las sierras de Enfrente, Pirulito y Remondo a las que acudíamos los niños a recoger vainas de balas para canjeárselas al trapero por algarrobas o palo dulce. Era una estampa característica de mis tiempos de niño la existencia de tres concejos: el de guarros que guardaba el señó Hilario, el de las vacas a cargo de tío Pinto y el de ovejas que custodiaba señó Eladio que los días festivos hacía de portero en el baile de la Manuela. Pero lo llamativo de esto era que cuando a la puesta del sol los tres personajes citados regresaban con sus animales al pueblo, lo hacían por el campo o traseras y a medida que caminaban desde el Guadiana al Barrio Chavito, distribuyendo el ganado, cada animal, al llegar a la altura de la puerta falsa de la casa de sus dueños, él sólo se apartaba del rebaño y se introducía por la puerta falsa en el corral correspondiente. Ningún animal se equivocaba de puerta. En estos lejanos años de nuestro pasado reciente, los niños del pueblo jugábamos a los bolindres y el guá, a los guardias y a los ladrones teniendo como tuve la puerta falsa del granero de Natalia Casallo (Actual casa de Alfonso el del Yuma), jugábamos también a uno, dos y tres carabán, a entera (uno se ponía de burro y otros saltaban por encima), al mocho y a la pelota de goma. No al balón porque entonces no existían esféricos de cuero, y jugábamos descalzos porque lo habitual era ir descalzos en verano e invierno y no recuerdo haber estado nunca resfriado o constipado. Preguntárselo a Miguel Liviano (Miguel el Moro) o a Pedro Camacho, a Matapollo (el hijo de la señó Hilario el de los guarros), y tanto niños de aquella época que en unas circunstancias y condiciones sociales totalmente distintas a las que disfrutamos hoy, trabajos, nos esforzamos y nos formamos para hacer, en estas últimas cinco décadas, un Medellín próspero, una Extremadura desarrollada y una España de mayor y mejor bienestar en la que quepamos TODOS sin exclusiones". Medellín, 4 de Julio de 2003. Francisco Pulido Romero.
(Publicado en el "Informativo Municipal" de la Villa de Medellín, nº 13, de Junio de 2003) |
NOTAS DE LOS AUTORES DE LA PAGINA:
(1) Esta apreciación no es histórica, porque la construcción del convento de San Agustín tiene lugar entre 1626 y 1631. El 26 de Febrero de 1631, se celebra en él la primera misa. Hernán Cortés nace en 1485 y muere en 1547.
(2) No se puede constatar, de momento, que alcalde ordenó dicho bando, ni si fuera coetáneo de Carlos III.
(3) El pozo Ancho estaba al final de la calle Cuadrante, hoy está cegado y distaba algo más de 100 metros del Pozo Angosto. Remitimos al lector a lo expuesto en Pozos y fuentes de Medellín.
(4) No tenemos fuentes que contrasten el origen romano del pozo Angosto ni del situado en el Paseo del Campo.
(5) Las escuelas estaban situadas en la manzana comprendida en lo que después serían viviendas de los maestros. Había cuatro escuelas, dos de chicas y dos de chicos. La de D. Antonio Pulido tenía la entrada por la calle Olid (frente al actual plub Tiffan's). La de D. Sergio García se entraba por la actual vivienda de la Vda. de D. Pedro Cortés. A la de Dña. Amparo Rey se entraba, aproximadamente, por la actual vivienda de Ángel Barragán y a la de Dña. Margarita se entraba por la actual tienda de chucherías. (Datos recogidos debido a la gentileza de D. Miguel García González, natural de Medellín y residente en Madrid)
(6) El puente al que se refiere el autor es al puente del época barroca, terminado de construir en 1630.
Desde antiguo se reconoce a la ganadería como una base importante de la economía extremeña. Para J. Mª Otero, nuestros pastores fueron pioneros en lo que hoy se podría denominar cooperativismo. Se organizaron en asambleas locales y comarcales de las que ya se tienen noticias en los siglos V y VI.
Aunque, con profundas raíces celtas, la transhumancia adquiere una verdadera organización en el siglo XII. Alfonso X El Sabio reúne en asamblea a todos los ganaderos de Castilla y crea -mejor recrea- y da forma legal a lo que desde entonces (1273), se llamaría el Honrado Concejo de la Mesta de Pastores que alcanza su máximo apogeo en la primera mitad del siglo XVI.
En 1511 se vertebra el Ordenamiento del Concejo de la Mesta con sensibles privilegios para los pastores extremeños, castellanos y leoneses.
Es necesario reconocer, que nuestros pastores monopolizaron el comercio de la lana que se daba salida desde el Consulado de Burgos, creado en 1494, por los puertos del Cantábrico hacia Inglaterra y Flandes.
-Tras el descubrimiento de América comienza la decadencia del Concejo de la Mesta en favor de la agricultura de los grandes terratenientes.
Desde 1500 a 1627 se celebraron en España 232 Juntas Generales de las que 117 lo fueron en Extremadura (más del 50%). Estas Juntas Generales se celebraban en primavera y otoño. La primera se reunía casi siempre el 25 de Abril, festividad de San Marcos, aunque también se celebraron algunas en febrero, marzo o mayo. La Junta de otoño solía celebrarse el 5 de Octubre, aunque a veces se celebró en agosto o en septiembre.
En Medellín se celebraron dos Juntas Generales de primavera, coincidiendo que aquí se celebró la última que tuvo lugar en tierra extremeña, en 1627, presidida por D. Juan de Chaves y Mendoja, de Consejo y Cámara de S.M.
Hoy todavía quedan restos de aquellos privilegios en los "cordeles" de transhumancia: el que partía del pozo nuevo, con dirección a la Sierra de Ortiga (Cordel de Toledo) y el que saliendo del puente rodeaba extramuros a Medellín con dirección a Don Benito (actual carretera Medellín D. Benito; calle Mayor, etc.)
Algunos de los privilegios que los reyes otorgaban a nuestros pastores: autorizados a portar armas, exentos de servicios de armas al rey, exención del tributo de la "sal", representaciones en los Concejos...
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Otero, J.Mª. (1981): "La Mesta en Extremadura". En Rev. Alminar, nº 23. Marzo. Pág. 7.
MEDELLÍN, VILLA ADOPTADA POR FRANCO...
El Boletín de fecha 12 de Enero de 1941 recoge un Decreto por el que S.E. el Jefe del Estado (Francico Franco) adopta a la Villa de Medellín, junto a un nutrido grupo de poblaciones.
El Decreto, firmado con fecha 15 de diciembre de 1.940, abría una línea de reconstrucción prioritaria (a través de la Dirección General de Regiones Devastadas) para las poblaciones que habían sufrido con especial virulencia los estragos de las Guerra Civil (1936-1939) en sus edificios.
Transcripción.
MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓN. DECRETOS de 15 de diciembre de 1940 por los que el Jefe del Estado adopta, a los efectos de la reconstrucción, las localidades que se indican.- Págs. 256-260. Página 256: MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓN DECRETOS de 15 de diciembre de 1940 por los que el Jefe del Estado adopta, a los efectos de la reconstrucción, las localidades que se indican. De conformidad con lo Dispuesto en el Decreto de veintitrés de septiembre de mil novecientos treinta y nueve, previa deliberación del Consejo de Ministros, DISPONGO: Aparecen once ciudades, entre las que se incluyen Cifuentes (Guadalajara), Villanueva de Duque (Córdoba) o Fuenlabrada (Madrid). Página 258: De conformidad ... DISPONGO: Artículo único.-- A los efectos de la reconstrucción, el Jefe del Estado, en nombre de la Nación, adopta la localidad de Medellín (Badajoz), que queda sujeta al régimen establecido en el decreto de veintitrés de septiembre de mil novecientos treinta y nueve. Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a quince de diciembre de mil novecientos cuarenta. FRANCISCO FRANCO ... Siguen otras once ciudades |
Portada del B.O.E. del Domingo 12 de Enero de 1941, en el que se adopta a Medellín
por el Jefe del Estado (Francisco Franco)
CONCESIÓN DEL TRATAMIENTO DE EXCELENCIA AL AYUNTAMIENTO DE MEDELLÍN.
Texto transcrito del Real Decreto publicado en la Gaceta de Madrid (antiguo Boletín Oficial del Estado), de fecha 16 de Octubre de 1892. En virtud de este Real Decreto la reina regente, María Cristina de Habsburgo-Lorena (1858-1929), concede al Ayuntamiento de Medellín el tratamiento de Excelencia:
"Queriendo honrar la memoria de Hernán Cortés, natural de
Medellín y Conquistador de Méjico, con motivo del Centenario del
Descubrimiento del América, en nombre de mi augusto hijo el Rey don
Alfonso XIII y como Reina Regente de Reino, vengo en conceder al
Ayuntamiento de Medellín el tratamiento de Excelencia.
Dado en Santa María de la Rábida a 12 de Octubre de 1892." ("La Gaceta de Madrid". Domingo, 15 de Octubre de 1892) |