EL RECINTO AMURALLADO DE MEDELLÍN
LA MURALLA DE LA VILLA DE MEDELLÍN.
No hay certeza de la existencia de una muralla romana a pesar de la hipótesis que plantea la doctora Haba (1998). Ella misma observa que ninguna fuente árabe habla de la existencia o destrucción de una muralla romana en Medellín.
Plano de Medellín. Castillo, casco urbano de la villa. (Andrés Ordax y otros, 1985)
Escasos restos atestiguan la muralla que protegía la villa en tiempos pasados. Sólo algunos paredones, detrás de la Iglesia de San Martín, indicios de algunas de sus puertas, el trazado de las calles del casco antiguo y los testimonios de Solano de Figueroa constatando la muralla que aún se conservaba en gran parte.
Según estas fuentes la muralla medieval, en muchos casos sobrecrecida sobre tapiales árabes, comenzaba en el extremo occidental del castillo dirigiéndose a la cabecera del puente sobre el río Guadiana hasta la puerta de Guadámez o de Portaceli. De ahí discurría por detrás del antiguo convento de Concepcionistas, llamado posteriormente Hospital, discurriendo por las calles de Villavieja, (Olea), Matadero (Tena), actual Travesía de la Plaza de España hasta Puerta de la Villa (actual Torre del Reloj). A partir de aquí preferimos que sea el ilustrado párroco de San Martín, D. Eduardo Rodríguez Gordillo, quien nos describa la continuación de la muralla:
"...Desde aquí continuaba la muralla de Mediodía a Saliente por la calle que hoy no existe y que se llamó de Alcaldesbuenos(1), en la que al principios del XIX, sólo había ya una fragua y dos casas... esta calle salía del Torreón y atravesando la calle de Oros(2), hacía frente a la del Coso, a cuyo fin está la otra Puerta llamada primero del Coso y después de Santiago. Después, por detrás de lo que fue palacio del Conde de las Atalayas y de la Iglesia de Santiago, subía la muralla hasta el Castillo, encerrando en su recinto a esta villa y su ... Teatro". (Rodríguez Gordillo, E.; págs. 27-28)
(1) Discurría aproximadamente la actual calle Tabasco (por error rotulada Tebasco).
(2) Actual calle Ponce de León.
Dentro de este recinto estaba comprendido el desarrollo de la ciudad hasta el siglo XVI, aunque ya se habían desarrollado Arrabales extramuros: actuales calles Colombia y Méjico, prolongación de la calle de la Feria (actual Arco), etc.
A partir del siglo XIX, como desarrollo de los arrabales o "ex novo", paralelas a la muralla o saliendo de sus puertas, se desarrollarían las calles que son perfectamente conocidas. Una de estas calles es la de San Francisco, cuyo trazado se dirigía en dirección al convento de San Francisco y que hoy constituye el eje principal de entrada a la Villa desde Don Benito.
Fotografía de la que fue una de las primeras casas de la calle de San Francisco. Se encuentra a unos doscientos metros de las ruinas del que fue antiguo convento de San Francisco. La fachada conserva rasgos inequívocos de la arquitectura popular de la Villa y dos inscripciones en cerámica que señalaban esta entrada a Medellín.
A lo largo de su recorrido, la muralla envolvía a la población y la comunicaba con el exterior a través de varias puertas. En el siglo XVII sólo quedaban tres en servicio, las demás se habían cerrado o habían quedado fuera de servicio: Portacoeli, la Puerta de la Villa y la Puerta de Santiago.
Solano de Figueroa describe la puerta de Guadámez, al norte, junto al Convento de la Concepción. Esta puerta, del siglo XIV, se denominará más tarde "Portacoeli" o Portaceli y sería dinamitada en la Segunda República española, debido al peligro que suponía el estado ruinoso de la torre. Sus piedras fueron utilizadas para construir dos pozos en la Dehesa Boyal El Prado. La puerta ha sido excavada a partir de 1988.
En 1910 se conservaba, de esta puerta, aproximadamente lo mismo que en 1650: la torre de la izquierda (vista desde dentro de la ciudad). De la torre del otro lado sólo se conservaba la parte inferior, que no rebasaba en altura la del lienzo que aparece el arco apuntado.
Mélida fecha esta puerta entre los siglos XIII y XIV describiendo la entrada fortificadas y los arcos: adintelado el exterior y el apuntado del interior.
Imágenes actuales de la excavación de Portaceli.
Esta Puerta fortificada estuvo flanqueada por dos torres cuadradas salientes hacia la parte del puente, de las cuales sólo se conservaba ya una en 1650, según testimonio de Solano de Figueroa.
Imágenes de principios del Siglo XX, en las que puede observarse un torreón de Portacoeli.