IV CENTENARIO DE LA CONQUISTA DE MÉXICO (1921)
Medellín en el IV Centenario de la conquista de Méjico (12/10/1921)
Resumen de la reseña hecha por D. Francisco Valdés1 para el periódico “Tierra Extremeña", nº III. Número monográfico dedicado a Medellín, con motivo del IV Centenario de la conquista de Méjico2.
La celebración de esta efeméride tuvo su origen en el entusiasmo demostrado por el médico extremeño don Antonio Franco Martínez, la calurosa acogida con recibió la idea el entonces alcalde de Medellín, don Julio Gálvez García-Bordallo y el apoyo prestado a éste por el gobernador de la provincia de Badajoz, don Toribio Martínez Cabrera, y el diputado por el distrito de Don Benito don Luis Hermida Villelga.
Esta comisión cuatripartita se encargó de organizar los festejos que tuvieron lugar en Medellín el 12 de Octubre de 1921. Dejamos en la docta mano de Francisco Valdés la narración:
"...los cuatro señores citados, formaron las fiestas que se celebraron en Medellín el día 12 de Octubre, Fiesta de la Raza; ya que el 13 de Agosto no se celebraron en atención a los momentos de luto porque atravesaba España después de los tristes episodios bélicos acontecidos en Melilla.
Amaneció el día 12 de Octubre templado, limpio de nubes el firmamento, luminoso, expléndido. Ello contribuyó a que el vecindario de los pueblos cercanos a Medellín se volcara en la histórica ciudad. La llegada de una Compañía del Regimiento de Gravelinas con su laureada Banda de Música fué un elemento de atracción del gentío a las fiestas. Por todos los caminos que afluyen a Medellín, de Don Benito, de Valdetorres, de Santa Amalia, de Guareña, de Mengabril, etc. Acudieron las mujeres y esposas de los «castuos labraores» nietos de los conquistadores americanos.
El pueblo estaba limpias las calles, encaladas las fachadas de las casas, pintadas las rejas de las ventanas y balcones, adornadas con plantas, flores y banderas las casas consistoriales y el paseo donde preside la estatua del Héroe. ¡ Era una sensación deliciosa! placentera para el habitante de estos pueblos extremeños –obscurantismo y suciedad- en contraste en un pueblecito límpido, alegre, barrido, con sus habitantes labados y peripuestos, alegres y despiertos por las notas de la Banda de Gravelinas”3. (3)
A las diez de la mañana salieron las autoridades y comisiones de la Casa Ayuntamiento hacia el paseo de Hernán Cortés donde se celebró misa de campaña. A continuación fue colocada la corona que la Colonia extremeña de Madrid ofrendaba a Hernán Cortés. Esta corona fue traída por la Comisión de la Casa de Extremadura compuesta por: el presidente del Ateneo de la casa, doctor Antonio Franco Martínez, vocal 1º don Julián Zoido y el Abogado don Luis Ramos.
Asistieron al acto las siguientes autoridades: El Gobernador Militar de Badajoz que trajo la representación de S.M. el Rey, el Gobernador Civil de Badajoz, Alcaldes de Badajoz y Medellín.
EL DISCURSO DEL EXTREMEÑO DOCTOR FRANCO:
Colocada la corona, el doctor Franco subió al pedestal de la estatua y se dirigió a los congregados con un elaborado discurso. En ese discurso se dirigió especialmente al pueblo de Medellín, explicó el poco apoyo que encontró en el gobierno de la nación para celebrar este Centenario, citando sobrados ejemplos de lo que hacían otras naciones, y otras provincias españolas cuando llegaba una efeméride como ésta: centenario de Shakespeare, de Aljubarrota, de Tenemberg, Bailén, los Comuneros...
“Sólo España y Extremadura se mantienen encogidas, sin alientos, extrañadas, sin atreverse a celebrar la obra de Cortés. Pero a pesar de esto, Aljubarrota, Tanemberg, Bailén, Napoleón... son batallas, personas y cosas que resultan pequeñas y fugaces, mientras la obra de Cortés es eterna... Cortés es inmortal; es la esencia de las virtudes de la raza; crea Méjico,...
El mundo siempre fue injusto con Cortés: quienes no le calumnian se callan; sin embargo, Lumnis, norteamericano, aunque no le hace justicia por completo, le admira y coloca entre los cuatro césares españoles del siglo XVI; Méjico parece que va a reconocer y desterrar su ingratitud, dedicando a Cortés una estatua. ¡Tal vez tenga que mandar Medellín una representación a ese acto!
España, como nación, no se ha enterado, y sus gobiernos no han querido enterarse...”4
Continuó el orador relatando el esfuerzo realizado por él, a medida que se acercaba la efeméride, publicando en periódicos nacionales y extremeños la conveniencia de celebrar este IV Centenario, su tarea recorriendo Ministerios, junto al Gobernador de la provincia de Badajoz, el diputado por Don Benito y el propio alcalde de Medellín. Y concluyó que “el gobierno siguió sordo”.
Se quejó de que Extremadura tampoco había respondido a su llamada, exceptuando a D. Francisco Valdés y elogiando al acalde de Medellín, D. Julio Gálvez, por el tesón demostrado y al que “responsabilizó” de que el acto hubiera sido posible.
Invitó a los asistentes, en representación de todos los extremeños, a que buscaran ideales colectivos que les uniesen y les propuso que se inspirasen en Cortés. Para ello insistió que es necesario conocerlo, para poder admirarlo. Para ello propuso al municipio una labor didáctica concreta:
“ ...Todo esto se sabe leyendo; leer sus hazañas es conocerle, conocerle es amarle y admirarle. Cuando esto ocurra, no permitiréis que su estátua sea profanada, y empezaréis a formar vuestro ideal. Este puede ir preparándose y laborando por los siguientes medios:
1º Creación de una biblioteca donde vayáis acumulando y leyendo las obras que tratan de Cortés...
2º Escuelas de jóvenes y adultos formadas por vosotros mismos, donde los que sepan enseñen a los que ignoran.
3º Museo de Cortés...
5º Creación de una fiesta el 13 de Agosto, donde los niños canten un himno al primer metelino, donde un entusiasta pronuncie una oración en su alabanza; dedicarle una corona de espigas mimbreras, encina, robles o laureles...
6º Rotular las calles con nombres de personas, cosos y lugares referentes a la conquista...
7º Sed cuidadosos de vuestra salud y procurar extinguir el paludismo que puso en peligro la vida de Cortés, y ya que él curó, hacedlo vosotros que contáis con los adelantos de la Ciencia.
8º Convertiros en vigilantes guardadores de la higiene y hornato de vuestro pueblo hasta que lo convirtáis en la Meca de los Ibero-Americanos...”4
Terminó el orador explicando el significado de la corona de laurel con la que la casa de Extremadura en Madrid simbolizaba su adhesión al acto: “Representamos y representa la corona de unión de las dos provincias extremeñas, representa la exaltación del patriotismo por la ausencia,... y sobre todo, hemos querido decir a España que si es ingrata con el héroe, sus paisanos no le olvidan”4.
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La citada revista no añade ningún dato más acerca del final del acto. No obstante inserta el texto de una conferencia o discurso pronunciada/o, no sabemos si en este mismo acto o con motivo de esta celebración. Su autor es D. Pedro Gálvez, al que suponemos familiar del alcalde de Medellín.
Entre la profusión de fotos del Medellín de los años ’20, que acompaña al texto, destacan las que hacen referencia al citado acto oficial: el doctor Franco subido en el pedestal pronunciando el discurso teniendo de fondo el castillo y la corona ofrendada, el alcalde de Medellín, las autoridades civiles y militares asistentes al acto, aspecto del Paseo de Hernán Cortés durante los festejos y la misa de campaña, los estandartes de la Diputación, Casa de Extremadura y Medellín que presidieron el acto, etc.
1. En ese momento Don Francisco Valdés era director de “La Semana”, don Benito. Posteriormente prestaría su colaboración a las Diputaciones y a la prensa de las dos provincias extremeñas.
2. FERNÁNDEZ DE SEVILLA Y PALOMO, Ramón A. (1922): TIERRA EXTREMEÑA. A Medellín. Patria de Hernán Cortés. En el IV Centenario de la conquista de Méjico. Artes Gráficas-Medina. Murcia. (Primera edición de 1.000 ejemplares, publicada en 15 de abril de 1922)
3. Reseña realizada por Don Francisco Valdés.
4. Detalles del discurso pronunciado por el Doctor Franco.