POZOS SITUADOS EXTRAMUROS
Fuera de la villa, en su borde sur un "anillo de pozos" servía para abrevar el ganado y abastecer la ciudad. Todos estaban situados entre 200 y 500 metros de la cañada o cordel que atravesaba Medellín, actual calle Diputación Provincial. Rodríguez Gordillo (1916: 772-74) afirma que:
"...esta villa se surte de aguas potables, de cuatro pozos que son: el llamado Nuevo ó de los Gatos, porque se ha abierto al servicio público el año 1894 y el sitio en que está, se llama así; fue antiguamente un pozo ó noria de una huerta que allí hubo: el llamado «Ancho», [...]: el «Estrecho» que tiene la misma hechura de un pozo de noria, con unos 6 metros de profundidad, y 3 de ancho; estos son los dos más próximos al pueblo, pues están en el Ejido ó Real de las Eras: por último, el de los «Borrachos» [...] los pozos Ancho y Angosto, son más antiguos que el de los borrachos" [...] "... hay en el término jurisdiccional otros pozos de agua dulce, como el del cercón u olivar que está a mitad del camino de la estación; la fuente llamada de Martín Sancho, al Poniente de esta villa, y otros varios; pero se usan poco sus aguas, aunque son muy buenas, por estar más distantes de la población"
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Pozo de los Gatos. En el camino que sale en la calle Don Benito -sobre la que fuera calzada romana que comunicaba a Medellín con Toledo y Córdoba-, situado a unos 150 metros de las últimas casas, a la izquierda del camino y pasado el terreno del que fuera Convento de San Francisco, se encontraba este pozo de noria de agua potable, dividido con un tabique en el centro. El pozo fue 'cegado' en la década de los '90 del siglo pasado, una vez finalizado el proceso de concentración parcelaria y adjudicada la parcela, donde estaba ubicado, a su nuevo propietario.
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Pozo Ancho. Su nombre se explica, por oposición al Pozo Estrecho o Angosto. Rodríguez Gordillo (1916), dice que tenía "unos 6 metros de profundidad por 3 de anchura, al que se puso el año 1892, un nuevo brocal de piedra de granito bien labrada" (pp. 772). Estaba situado al final de la calle Cuadrante, y una de las piedras del amplio brocal presentaba una inscripción alusiva a la colocación del aquel: "SE HIZO ESTA OBRA SIENDO ALCALDE ANTONIO GARCÍA SÁNCHEZ".
En este pozo, en invierno, el agua subía su nivel casi al nivel de la calle; su agua era "muy fina" y de color blanquecino, hasta que sedimentaba, debido a la filtración que sufría a través de los arenales próximos ("San Blas", "Malastardes"...). En verano, y especialmente en años secos, no manaba suficiente para atender al agua que cubo a cubo se le demandaba y su sabor era algo "salobre". El pozo se abandona cuando, a principios de la década de 1960, se realiza la acometida de agua potable a la población, siendo cegado alrededor de 1975, rescatándose las piedras del brocal.
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Pozo Angosto o de los "Langostos". Para algunos es de origen romano. Todavía se conserva a escasos 50 metros de las últimas casas de la calle Cristóbal Colón. Su agua era potable, pero su manantial era muy pobre.
- El pozo de los Borrachos, se construyó a finales de siglo XVIII, en el Camino de la Estación, a un kilómetro de la población. Se le dotó de un brocal de ladrillo.
"... llamado así, porque con los jornales y días de trabajo impuestos como multas á todos los que se embriagaban, le mandó hacer por los años del 1780 al 1790, el Sr. Alcalde Mayor, que era entonces de esta villa, D. Pedro Alcántara Porres, conde de las Atalayas, y Marqués de Castilleja, de la Cuesta, [...] ... dicho pozo tiene unos siete metros de profundidad por ocho de ancho, su agua más delgada y fina que la de los otros; está á un kilómetro de distancia próximamente de la villa, en el camino de la Estación: tenía unos hermosos álamos negros..." (Rodríguez Gordillo, E. (1916: 772-773)
Lamentablemente, el pozo fue 'cegado' en el año 2013.
Más cerca de la localidad encontramos, en la segunda mitad del siglo XX, otros dos pozos:
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Pozo del Paseo del Campo o Parque de Hernán Cortés. Aunque el agua "no era fina", en opinión de los vecinos, servía en época estival, como el Angosto, para abastecer de agua a los trabajadores de las eras y, para regar el "Paseo del Campo" o Parque de Hernán Cortés. De origen romano, según F. Pulido, tenía una arco de ladrillos. Para Rodríguez Gordillo "... una buena noria ó pozo abundante de agua salobre para el riego de flores y árboles" (pp. 781)
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El pozo Nuevo, a unos quinientos metros de la población, al lado de la actual Carretera de la Estación, debió de realizarse con la finalidad única de abrevar el ganado, al finalizar la Guerra Civil. Posiblemente como una de las obras de la Dirección General de Regiones Devastadas. En cualquier caso, no existía en 1914.
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A cuatro kilómetros de la ciudad merece destacarse una fuente árabe o "morabito". Está situado a unos cien metros, más abajo de la casa de la Sierra de la Troya, a la que vulgarmen se le conoce como Sierra de la Fuente. Es un pozo con bóveda semicircular y puerta, de típica factura musulmana (de origen almorávide o quizás almohade). Hasta comienzos de los años 80 era un manantial con un agua "muy fina", donde se surtían de agua potable los agrigultores de pagos cercanos: Martín Sancho, El Tesorillo, El Salado... Posteriormente fue cegado el manantial y sólo se conserva la construcción. En 1914 se conocía como fuente de Martín Sancho por encontrarse muy próxima a la aldea del Señoría de Medellín que fue despoblada a la fuerza a mediados del s. XVI.
Circulando por la carretera EX-206 de Medellín a Cáceres, bordeando La "Sierra de Troya", camino de Santa Amalia, se localiza este pozo, orientado hacia el Este, a media ladera, más abajo de la Casa de la Fuente, frente al P.K. 84.800.
© Asociación Histórica Metellinense. (T. García)