Juan Portocarrero y Pacheco: II conde de Medellín.
D. Juan Portocarrero y Pacheco (Medellín, 1460- Medellín, c.1528) es hijo de D. Rodrigo Portocarrero (I conde de Medellín) y de Dª. Beatriz Pacheco, hija natural de don Juan Pacheco, I marqués de Villena. Nacido sobre la segunda mitad de 1460, penúltímo o antepenúltimo hijo del matrimonio y único varón, junto a cinco hermanas.
Un año después de la constitución del mayorazgo, en 1463, muere el primer conde de Medellín, sucediéndole en el título su hijo primogénito Don Juan Portocarrero y Pacheco. No obstante, su madre, la varonil y belicosa doña Beatriz Pacheco, le disputó los derechos al Condado encerrándole en el propio castillo, dando lugar a la leyenda del Conde de Medellín. Muchos autores ven en este hecho la inspiración del esquema argumental de "La Vida es Sueño", del escritor barroco don Pedro Calderón de la Barca.
"... el hecho más relevante fue, sin duda, el auténtico «golpe de estado» que la condesa dio en 1473 ó 1474, llegando incluso, a meter en prisión a su hijo y heredero del mayorazgo, Juan Portocarrero, y continuando ella en el ejercicio de los poderes que hasta entonces había ejercido en calidad de tutora del joven conde. [...]
... la época en que se produjo la prisión del conde, que coincide, aproximadamente, con la muerte de D. Juan Pacheco y, asimismo, con la de Enrique IV da pie para formular la sospecha de que tal vez, en el fondo de la cuestión existiera, además [del nuevo matrimonio de Beatriz con el Conde de Cifuentes, en 1465, y la posterior desvinculación del mayorazgo de Villarejo de Fuentes, dote del Marqués de Villena para su matrimonio], una rivalidad entre madre e hijo (o los mentores de éste) a causa de distinta adscripción partidista en los conflictos sucesorios [al trono de Castilla] que tomaron un nuevo cariz a partir de entonces."
(Cabrera, E. "Beatriz Pacheco y los orígenes del Condado de Medellín", pp. 529-531)
Solano de Figueroa, en su Historia y Santos de Medellín (1650) documenta así el hecho histórico.
"131 Doña Beatriz Pacheco, ya viuda del Conde don Rodrigo, puso demanda a su hijo don Ivan de Portocarrero sobre el Estado y Titulo de Medellín, alegando pertenecerle por aversele dado don Ivan Pacheco su padre: y para mayor seguridad, prendio a su hijo en una torre del Castillo que mira al Guadiana, donde le tuvo en dura carcel cinco años; hasta que por muchos ruegos de personas de autoridad, le dio libertad, echandole de su casa. Deste sucesso hizo ocasion para tomar armas en favor de Doña Juana, pretensa Reyna de Castilla, porque temio no la obligasen por justicia a restituir a su hijo este Condado"
(Solano de Figueroa: Historia y Santos de Medellín, 1650. pp. 118-119)
Rodríguez Gordillo, en sus Apuntes Históricos de la Villa de Medellín? narra lo siguiente:
"... que a la muerte de éste, aquella disputó los derechos al Condado, a su hijo primogénito y heredero D, Juan Pacheco, al que para mayor seguridad, tuvo encerrado cinco años en una habitación en la planta baja del cubo o torreón que mira al río Guadiana, en frente del cerro llamado Remondo [...]
... nada menos que cinco años, según la tradición, estuvo el desgraciado don Juan, encerrado en aquella reducida prisión, sin más luz que la muy escasa que entra por la aspillera, sin mis ventilación ni aire puro, que el de aquel pequeño espacio, dentro del cual tuvo que satisfacer todas sus corporales necesidades, y sin ver ni hablar a nadie más que al camarero que de vez en cuando bajase también colgado a limpiar la habitación; no es extraño pues que dicho D. Juan, entabladas las negociaciones, exigiese se rompiera el muro como está y lo vemos hoy, no sólo para poder salir por su pie y no colgado como entró, sino también para probar su inocencia"
(Rodríguez Gordillo, E. Apuntes Histórios de la Villa de Medellín..., pp. 571 y 581
Un hecho paralelo de encierro se narra en el castillo de Belmonte, propiedad de los Pacheco, a la sazón marquesado de Villena.
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