Carolina Coronado en Medellín
CAROLINA CORONADO VISITA MEDELLÍN EN 1845, 1850, ...
La gran escritora del Romanticismo, Carolina Coronado y Romero de Tejada, visitó Medellín al menos en dos ocasiones: en 1845 y en 1850. El motivo fundamental era el interés que despertaba en ella el más celebre metellinense, Hernán Cortés.
"La obra de Carolina está siendo justamente reivindicada en los últimos años. La escritora almendralejense empieza a ser valorada en su conjunto por cuanto la crítica se había fijado, casi exclusivamente, en su obra poética y, en consecuencia, en el marco de una lírica, en cierto modo estereotipada y un tanto insubstancial, sin poner de manifiesto la importante aportación de su prosa en la que destacan sus hermosas novelas -Jarilla o Harnina son un extraordinario ejemplo- o sus Crónicas de Viajes, que la convierten en una de las primeras y grandes reporteras del periodismo en España, por no hablar de su actividad [...] política, y sus militantes reivindicaciones feministas y antiesclavistas. Al margen del necesario y todavía bastante inédito estudio de la obra de Carolina, entiendo que, incluso, en su biografía, pese a la importante aportación de Carmen Fernández-Daza, recordemos su [...] libro La familia de Carolina Coronado. Los primeros años en la vida de una escritora (1820/1852), Almendralejo, 2011, hay cuestiones por investigar y años oscuros. Su estancia en Portugal es un claro ejemplo que sería conveniente abordar.
[...]
La Coronado siente una verdadera devoción por la figura del conquistador de México, Hernán Cortés, del que, por otra parte, se consideraba descendiente1 [...]. Para Carolina, la figura de Cortés sobrepasa de lejos la de otros muchos capitanes que, desde la antigüedad, están en la mente del imaginario colectivo. Cortés es un español y extremeño universal, poderoso, grande, generoso, competente, hermoso, valiente, honesto y caballeroso que es capaz de llegar a los más extraordinarios sacrificios y merecedor de la mayor gloria, algo que, a juicio de la Coronado, ni España, ni Extremadura, ni su Medellín natal le estaban ofreciendo.
De hecho, Carmen Fernández-Daza cuenta ccomo, desde 1845, la figura de Cortés está presente en su obra y, quizá, en compañía de Vicenta García Miranda2, visita Medellín y se interesa por la casa natal de su admirado héroe y propone la erección de una estatua que rinda a Cortés el homenaje que merecía por su ingente obra en México.
Efectivamente, para confirmar estos extremos, Carolina publica en La Luna, en 1854, un poema en octavas reales titulado “A Hernán Cortés”, en el que la poetisa reivindica la estatua que ya en 1846 había solicitado en otro poema dirigido a la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Badajoz, del que su hermano Fermín era miembro destacado, con estas palabras cargadas de ironía:
“Llevadme a contemplar su estatua bella;
llevadme a su soberbio mausoleo…
¡Ah¡ que olvidaba, Hernán, en mi deseo
que éste es mezquino e ilusoria aquella”
La cuestión de la casa natal del conquistador de México se convirtió para Carolina en un motivo de constante reivindicación dado que, en la visita mencionada de marzo de 1846, al contemplar su estado ruinoso, entendió el incierto futuro que esperaba a la vivienda de tan ilustre personaje. Así, en [la última estrofa de] el poema “A Hernán Cortés”, exige que se haga algo en estos versos:
“No veremos, Hernán, tu estatua bella
ni tu losa hallaremos ignorada;
pero en mi tierra existe la morada
donde estampaste tu primera huella”.
Sin embargo, estos versos fueron cambiando en la misma medida que, ni la Comisión de Monumentos, ni el Ayuntamiento de la localidad, se ocuparon del solar que, a excepción de la intervención en 1868 del arquitecto Francisco Morales y Hernández, en nombre de la Diputación Provincial de Badajoz, permitió la publicación de un plano de sus restos. A fines del siglo, con motivo de la remodelación de la zona, promovida por el alcalde [Juan Damián de[ Tena [y Moreno, en 1883], la casa desapareció para siempre. Así Carolina, en la edición de sus Poesías en 1852 [modificando los dos últimos versos del poema "Hernán Cortés"], dice:
“pero una piedra queda en la morada
donde estampaste tu primera huella”.
Más tarde, en 1872, en la nueva edición de sus Poesías, de la Imprenta Tello, 1886 cambia, de nuevo, los versos [de la primera estrofa] demostrando su enfado por las vicisitudes sufridas por la casa y la mala gestión realizada:
“¡Ah! que olvidaba Hernán, en mi deseo,
que han borrado en España hasta tu huella”.
Ni la casa de Cortés se conservó, ni la estatua que pedía Carolina se pudo erigir hasta 1890, obra de Eduardo Barrón. “Nada de nada”.3
Pero la sombra de Carolina era alargada y seguro que no fue casual que su cuñado, D. Alejandro Groizard y Gómez de la Serna, -Diputado a Cortes por el Distrito de Don Benito, casado con Virginia, hermana menor de Carolina-; fuera un valedor importantísimo ante la Villa y Corte cuando se acometió la erección del monumento a Hernán Cortés, auspiciada por el alcalde Tena y por D. Eduardo Rodríguez Gordillo, que sería inaugurado al fin, el 2 de diciembre de 1890.
1. "Y hasta tal punto fue motivo de orgullo [para la familia] que Nicolás Coronado, [su padre], una vez establecido en Madrid, en 1852, se añadió el apellido del conquistador de Medellín y firmaba como Nicolás Coronado Gallardo y Cortés". FERNÁNDEZ-DAZA ÁLVAREZ, Carmen: Medellín y Hernán Cortés en la obra de dos escritoras extremeñas del siglo XIX: Carolina Coronado y Vicenta García Miranda, Almendralejo, PROINES y Asociación Histórica Metellinense, 2013 10.
2. Poeta amiga de Carolina, de Campanario (Badajoz), localidad de la que eran oriundos los Coronado.
3. CALERO CARRETERO, José Ángel: “Medellín y Hernán Cortés en la obra de dos escritoras extremeñas del siglo XIX: Carolina Coronado y Vicenta García Miranda” (Reseña). Revista de Estudios Extremeños, T. LXX, n.º 3, sept.-dic., 2014. Diputación Provincial de Badajoz. pp. 1884-1886.
Para saber más:
FERNÁNDEZ-DAZA ÁLVAREZ, Carmen: Medellín y Hernán Cortés en la obra de dos escritoras extremeñas del siglo XIX: Carolina Coronado y Vicenta García Miranda, Almendralejo, PROINES y Asociación Histórica Metellinense, 2013.
© Tomás García Muñoz. 25/04/2020
Asociación Histórica Metellinense